jueves, 30 de junio de 2016

PARADOJAS DE TIERRAS Y VOTOS




En su día se nos dijo que la ley electoral D´Hondt garantizaba la proporcionalidad entre los votos emitidos y la representación parlamentaria. Cada una de las 50 provincias representa una circunscripción, que tiene asignados un mínimo de dos diputados. El argumento de que garantizaba este mínimo ya no es válido porque el tiempo ha demostrado que los únicos beneficiarios de este sistema son los partidos mayoritarios. José Luis Corral pone "el dedo en la llaga" y denuncia este sistema. Reproduzco el texto que acaba de publicar en Facebook. Es muy ilustrativo:



"Los que defienden este sistema electoral injusto y fraudulento que tenemos alegan que si todos los votos valieran lo mismo los pueblos pequeños y las zonas deshabitadas no tendrían peso político, estarían desatendidos y sería su final.

Pues bien, he aquí el resultado demográfico de este sistema tras 39 años de democracia condicionada por el maléfico reparto de escaños por provincias y por la ley D'Hont:

Serranía celtibérica (amplias zonas de las provincias de La Rioja, Zaragoza, Soria, Guadalajara, Teruel y Cuenca):

-63.098 kilómetros cuadrados, 487.098 habitantes, 0'77 habitantes por kilómetro cuadrado: La región menos poblada de Europa (menos todavía que Laponia, en el Círculo Polar Ártico)

-Pueblos de menos de 1.000 habitantes, 556 de 1.263 (en el resto de España sólo hay 514 pueblos con menos de esos mil). 

-Media de edad, 56 años: La región más envejecida del mundo.

-Renta per cápita en algunas comarcas de la Serranía Celtibérica, como la de Belchite: 10.000 euros (renta per cápita media en España, 24.000 euros).

-Índice de paro: No hay gente ni siquiera para estar en paro.

Menos mal que tenemos este sistema electoral tan solidario que protege a las zonas deshabitadas y a los pueblos pequeños, que si no, no sé dónde iríamos a parar (esto es ironía, claro).

Pese a ello, PP y PSOE son abrumadoramente mayoritarios en cuanto a porcentaje de votos en esta España desierta, olvidada, resignada, vieja, silenciosa y sumida en el abandono.

Bueno, es una forma de suicidarse como otra cualquiera; con gusto, eso sí, con mucho gusto".