miércoles, 20 de noviembre de 2013

NACIMIENTO DEL RÍO PITARQUE



Chimenea 
Pitarque es una pequeña y pintoresca localidad  de la provincia de Teruel. Su nombre procede del árabe  derivado de “Abu-Tariq o Tareq”. Su traducción aproximada puede ser: “Padre de la acequia”, y dado que la acequia principal fue realizada por los árabes, cabe pensar que se le diera ese nombre debido a la importancia de dicha acequia. Pitarque está situado en la comarca del Maestrazgo, al pie de la montaña de Peñarrubia y junto al pueblo nace el río Pitarque. Cuenta con 104 habitantes (INE 2008) y es de una gran riqueza faunística (buitres, águilas, cabras) y botánica (bosque mediterráneo).Dentro de su término municipal se encuentra el Monumento natural del Nacimiento del río Pitarque. Gracias a esta belleza natural, este pueblecito recibe a muchísimos turistas amantes del senderismo y de la naturaleza. No tengo la menor duda de que este nacimiento del río, que convierte al paisaje en un entorno de admirable belleza,  es la razón de que este pueblo haya conseguido atajar una disminución demográfica más sangrante. A Pitarque se accede a través de la carretera TE-V-8042 (hacia Villarluengo y Ejulve). Tambien a través de una carretera que lleva a Aliaga.

Nacimiento del río Pitarque:  Desde hace años acostumbro a recorrer el trayecto de ida y vuelta entre Pitarque y el nacimiento del río con el mismo nombre.

Dentro del casco urbano se encuentran diversos paneles interpretativos y señales que indican el rumbo a seguir, además, hasta más o menos la mitad, se siguen las marcas del GR 8.

Saliendo del pueblo, llama la atención la línea de campos y huertas, muchas de ellas abandonadas. Así, en las partes bajas se encuentra un bosque propio de ribera, pero conforme se va subiendo se cambia a quejigos, avellanos, encinas y boj. Ya en la parte más alta, en la plataforma, crecen pinos, espliego y salvia.


Durante buena parte del sendero se puede ver uno de los colosos calizos que rompen el horizonte del Maestrazgo que es Peñarrubia.

El punto de referencia que indica la mitad del camino es la ermita de la Virgen de la Peña, pequeño templete de una nave levantado con mampuesto y tejado a dos aguas. Al llegar a un cruce que está a pocos metros de la ermita, el GR 8 se desvía a la derecha, pero lo correcto es continuar por el PR-TE 67 que pronto pasará por una antigua central hidroeléctrica. Seguidamente, continuar el cauce del Pitarque situado a la izquierda a medida que la senda se va estrechando y adentrándose en el cañón.


El paisaje es cada vez más abrupto, más rugoso. Las enormes paredes de roca se presentan con curiosas formas al igual que la toba calcárea. La vegetación en este tramo es muy densa, predominando tilos, olmos de montaña, arces, avellanos, serbales...

El estrecho cañón ha estrangulado el cauce del Pitarque y para continuar es necesario cruzar una pequeña pasarela para llegar directamente a una enorme chimenea. La contemplación de este enclave acostumbra a ser muy gratificante, sobre todo tras los días posteriores a fuertes lluvias cuando el caudal del agua es más generoso y baja formando un enorme chorro de agua por el caño (chimenea) que vemos a la entrada...  

Un poco más arriba, se llega a un azud justo al lado del nacimiento del Pitarque. Punto de retorno de la ruta hasta llegar nuevamente al pueblo por el mismo itinerario.


A los amantes del senderismo y de la naturaleza les aconsejo encarecidamente la visión de estos vídeos.


(Fuente: Turismo Aragón. Senderos de Aragón)